A MezquitaPazo da Mezquita
Se trata de un extraordinario edificio palaciego. Su fachada, labrada en cantería, destaca por acoger señales de cantero en la mayoría de sus piedras, lo que se explicaría por el traslado a este lugar procedente de otra edificación, posiblemente una torre medieval propiedad de los caballeros de la Orden del Temple. El edificio fue reconstruido en el año 1480, segundo consta en un epígrafe de su imafronte.
Fue ampliado con dos alas laterales en los siglos XVII y XVIII, momento en el que se construyó un pórtico ubicado bajo una solana que da acceso a las dependencias de labranza. Este elemento, quizás también obra de Simón de Monasterio, muestra una bóveda de cañón y presenta a ambos lados dos originales ventanucos de traza mixtilínea, un diseño que tuvo más éxito en la arquitectura palaciega lusa que en la gallega.
Llama la atención a presencia de un arco de medio punto decorado con un alfiz, una moldura ricamente decorada que enmarca la parte exterior del arco que cubre la puerta de acceso principal y finaliza en ménsulas ornadas con bolas. El alfiz aparece de nuevo encuadrando una ventana cubierta por un dintel en el que aparece labrada en altorrelieve una piedra armera de los Losada. El intradós aparece también decorado con bolas.
Fue propiedad de la familia Cadórniga o duques de Láncara, originaria de la Tierra de Campos, que llegó aquí en 1388 y también de los Losada y Sarmiento, armas todas ellas que aparecen representadas en la fachada. En la actualidad el pazo es una propiedad privada no visitable.
El esplendor del Palacio, que es cómo lo denomina el vecindario, y de la iglesia de San Martiño se explica por la “portaxe” (peaje) que los nobles obligaban a pagar por el comercio de vino y trigo que se movía en esta zona en época bajomedieval.